6 características de las relaciones tóxicas
Las relaciones en pareja pueden ser muy positivas, estimulantes y saludables. Pero también hay relaciones tóxicas. Aquí te contamos lo que debes saber.
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Son dañinos y peligrosos. Los amores tormentosos son indeseables para cualquiera, por lo que vale la pena mantenerlos alejados. Inciden directamente en la autoestima y dejan de lado el amor para centrarse en la dependencia. El afectado se anula como persona y genera una obsesión muchas veces enfermiza por la otra persona, la que tiene el control. Estas seis características de las relaciones tóxicas permiten identificarlas y evitarlas.
La ausencia de amor
Cuando una relación deja de tener el amor como foco principal comienzan los problemas. Se genera una relación estresante, adictiva y perjudicial que difícilmente retomará su curso normal. Uno de los primeros síntomas es el surgimiento de una dependencia emocional que nos hace pensar que no podremos vivir sin la otra persona. La inseguridad se apodera de nosotros. Nos desvivimos por complacerla, pero nada parece suficiente para que nuestra pareja esté satisfecha.
Este tipo de situaciones dan pie a los chantajes. El controlador comienza a amenazarnos con que se irá e incluso se aleja por algún tiempo. La desesperación se apodera de quien se queda esperando, que comienza a buscar formas de atraerlo como sea.
Con todo ello, comienza a desaparecer la privacidad, porque todo lo que hacemos es del conocimiento de quien nos controla. Lo primero es que la vida social se anula, se produce un aislamiento del mundo, todo para satisfacer a ese “ser especial” por el que daríamos hasta la vida.
El controlador es un ser posesivo, que siempre debe saber dónde está su pareja; es manipulador y egoísta. Acostumbra a intimidar y a provocar miedo, por lo general de forma verbal, aunque a veces surge la violencia física.
Deseos de cambio en la pareja
Una característica fundamental de una relación toxica es que uno de los dos intenta cambiar al otro. Desde la forma de comportarse hasta el aspecto físico deben ser modificados para mantener la relación “estable”. Desaparece la negociación y surge la imposición, mediante la culpa. “Si esta relación no funciona es por tu culpa”, es una frase habitual en las relaciones de pareja tóxicas.
Todo lo anterior conduce a una obsesión irracional y dañina que mantiene a ambos en una relación que es placentera por momentos. La mayor parte del tiempo los sentimientos son de angustia, tristeza e impotencia. Poco a poco los comportamientos sanos desaparecen para centrarse en actitudes dañinas que conllevan a la separación. Lamentablemente esto puede suceder después de mucho sufrimiento, impotencia y agresiones, tanto verbales como físicas.
El trabajo con la autoestima personal
El primer ingrediente para una relación tóxica es la falta de autoestima. Al no haber amor propio disminuye la racionalidad, el respeto a sí mismo y la capacidad de autoprotección. La búsqueda de ayuda profesional se hace indispensable para poder recuperar los niveles de aceptación individual y poder establecer relaciones sanas y duraderas.
Estas seis características de las relaciones tóxicas te ayudarán a determinar cómo son las relaciones tóxicas, y a aprender a identificarlas y a evitarlas. Si te das cuenta que estás en una de ellas, busca ayuda inmediatamente. No esperes a que sea tarde.
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